A raíz de mi post de días pasados me han pedido mi versión sobre lo realmente ocurrido el 23 de Febrero de 1981, ahora que casi todo el mundo empieza a tener la suya. Esta es la mía.

Fue una gran casualidad. Pero fue. El segundo día en la vista pública del Consejo de Guerra contra los implicados en el intento de golpe de Estado del 23 de Febrero, celebrada el 21 de febrero de 1982 en el Servicio Geográfico del Ejército, de Madrid, con la lectura de las declaraciones de los tenientes coroneles del Estado Mayor del Ejército Mariano Cañas, Luis Arana Lorite y Manuel Muller, los argumentos en ella empleados fueron ignorados por todos: ponentes, abogados, fiscales y jueces. En el acta se recogen cosas como la que sigue:

“El teniente coronel Mariano Cañas Barrero, quien preguntado si recuerda las conversaciones que mantuvo el general Armada desde el Estado Mayor del Ejército el 23 de febrero, manifiesta que hizo en su presencia dos llamadas telefónicas desde el despacho del teniente general Gabeiras, pero afirma que no escuchó su contenido. Indica que, en la primera de ellas, Armada utilizó un tono muy respetuoso”.

A tenor de estas ignoradas declaraciones se pueden establecer algunas preguntas e hipótesis.

El único superior jerárquico que tenía el general Alfonso Armada era el General en Jefe de Estado Mayor, José Gabeiras Montero, y es conocido que Armada tuteaba a todo el mundo, incluido Gabeiras

¿Con quién pudo tener Armada una conversación en “tono muy respetuoso?

“En la segunda declaración, de carácter indagatorio, el teniente coronel Tejero manifestó que mantuvo en el Congreso una conversación de hora y media de duración con el general Armada, quien le planteó la solución de un Gobierno presidido por él como único militar. Afirmó el procesado que Armada le dijo que el plan era orden del Rey y que Milans le recomendó por teléfono que aceptara el plan que le proponía Armada. Tejero testificó luego que a la vista de la llamada de Milans y de la solución que le proponían, contestó a aquél que para sustituir a Calvo Sotelo por Armada no hacía falta dar semejante campanazo y que ya no le consideraba su jefe.”

La sesión de investidura de Calvo Sotelo como presidente de gobierno fue especialmente “golosa” para el espíritu golpista que anidaba aquellos días en el Ejército. Y Tejero, andaba ilusionado desde que salió indemne del proceso de la “Operación Galaxia”. Así, de manera particular, y utilizando el dinero recibido por una herencia de su mujer, financió el alquiler de autobuses, equipo, anorak y gabardinas con las que asaltó el Congreso con los que él llamaba “sus guardias”.

El coronel Martínez Inglés incluye en su libro “La transición vigilada”, retirado del mercado a los 15 días, las únicas declaraciones del general golpista Milans del Bosch sobre esos acontecimientos. Habían coincidido en la misma prisión y el coronel le prometió no divulgarlas hasta después de su muerte. Milans del Bosch dijo: “El rey quiso dar un golpe de timón institucional, enderezar el proceso que se le escapaba de las manos y, en esta ocasión, con el peligro que se cernía sobre su corona y con el temor de que todo saltara por los aires, me autorizó actuar de acuerdo con las instrucciones que recibiera de Armada”.

Milans del Boch, pudo saber de la intentona de Tejero a través del teniente coronel Más Oliver, y, de acuerdo con Armada y probablemente con “alguien más…” dejaron actuar a Tejero.

Aquello estaba condenado al fracaso, pero no lo que había detrás. Lo substantivo. El operativo de golpe de estado clásico de Milans en Valencia y la propuesta de régimen militar, presidido por Armada.

Está la famosa lista de “los 19”, elaborada entre Armada y Enrique Múgica, que contó y en primer lugar con la aceptación de uno de ellos, Felipe González, de lo que luego se desdijo.

Y con Felipe González como vicepresidente para Asuntos Políticos, los socialistas Gregorio Peces-Barba (Justicia), Enrique Múgica (Sanidad) y Javier Solana (Transportes) y entre los representantes del Partido Comunista a Jordi Solé Tura en Trabajo y a Ramón Tamames en Economía, que formarían un gobierno de concentración presidido por él. En este gobierno estarían también presentes: el aliancista Manuel Fraga (Defensa), los centristas Pío Cabanillas (Hacienda), José Luis Álvarez (Obras Públicas), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (Educación), y Agustín Rodríguez Sahagún (Industria); el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat (Comercio), el director de la Agencia EFE, Luis María Ansón (Información), el abogado Antonio Garrigues Walker (Cultura), el banquero José María López de Letona (Vicepresidente para Asuntos Económicos), José María de Areilza (Asuntos Exteriores), y dos militares: el general José Antonio Sáenz de Santamaría (Autonomías) y el general Manuel Saavedra Palmeiro (Interior).

A pesar de esta presencia de civiles el gobierno era de clara inspiración militar, no electo e ilegal. Tejero habría puesto la “vacuna”, y entre el terror, la llegada de Armada y “el elefante Blanco” habría sido recibida con alivio.

Esta puesta en escena –nada que ver con Garci- se apoyaba en una sociología decimonónica del golpismo y no tuvo en cuenta el efecto de los medios informativos en la opinión pública, especialmente la primera media hora en directo desde las Corte y la radio durante toda la noche.

No obstante, la negociación del “Pacto del capó”, para el que la desclasificación improbable de documentos relativos al golpe descubriría demasiadas complicidades “importantes” consiguió que los golpistas salieran casi indemnes y sólo Armada, Milans y Tejero tuvieron una condena corta pero efectiva. Para la trama civil y para los miles de fascistas que durante toda la noche camparon por sus respetos amenazando con un baño de sangre a la izquierda, nada de nada.

Se puede decir que no triunfaron los golpistas, pero si el golpe. Ahora vemos sus efectos. Gobiernan.

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Pequeña obrita de unos 48 minutos aproximadamente que se incluye en el trabajo colectivo Bocaccio 70 –el resto de los episodios están dirigidos por De Sica, Fellini y Monicelli-. Se trata de una comedia cínica; rodada en interiores; que pretende actualizar en la Italia; de ese tiempo; el espíritu del Decamerón de Boccacio

En esta obra se nos muestra cierta tensión entre una vieja tradición cultural y social, ya en decadencia, frente a los signos de la modernidad. Traza el cineasta una trama basada en la subversión de las relaciones de poder dentro de la pareja, al tiempo pretende establecer un estudio acerca del modo en que los intereses y sus juegos marcan unas relaciones de dominio en el ámbito sexual.

Como en los cuentos de Camelot (dónde nadie se hacía viejo), se nos fue joven, con 66 años. Paco de Lucía se fue antes de envejecer. Hasta en esto supo ser genial porque, según se dice, cuanto mayor te haces más te dejan de lado.

España siempre ha tenido y tiene grandes guitarristas:

Un Andrés Segovia, padre de la guitarra clásica.

Un Narciso Yepes, formado en el conservatorio de Valencia, famoso por su guitarra de diez cuerdas. Se formó en Valencia con Vicente Asensio, pianista; quien le motivó a descubrir nuevos recursos y agilidades que habían parecido imposibles o inabordables para una guitarra. Y así fue cómo Narciso Yepes actuó con la orquesta de Ataúlfo Argenta, además de llegar a interpretar la banda sonora de una película: "Jeux interdits", de René Clement (19952).

Raimundo Amador: un MÚSICO (así, con letras mayúsculas) que, desdeñando los géneros ortodoxos, se dejó influir por el blues, el rock y el flamenco, llegando a trabajar en "La Leyenda de tiempo" de Camarón.

Íñigo Antón, conocido por todos como "Uoho". Para muchos es la mejor guitarra que tenemos en España. Sin olvidar a otros grandes como Manolo Sanlúcar, Luis Salinas, Juan Valdivia, Santiago Campillo, Tony Hernando, Rosendo..., y muchos más...,

Pero en cuanto a guitarra flamenca, el mejor de Andalucía, España y el mundo entero, ha sido y es PACO DE LUCÍA.

Escúchenlo:

FLAMENCO OFICIAL: Paco de Lucía, Al DI Meola and John Mclaughlin-Mediterránea.

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Para Paco de Lucía la música flamenca era un desgarramiento. Afirmaba que él lo había vivido muchas veces a través de la guitarra. Mejor dicho, de sus guitarras. Creo que tenía más de 20. Su "luthier", Felipe Conde, además de su padre y su tío, fueron los artífices de sus guitarras. ninguna de caoba sapelli, todas ellas de palo santo.

Suenan así:

Paco de Lucía- Entre dos aguas. (6,25 minutos)

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PACO DE LUCÍA Y CAMARÓN DE LA ISLA, han vuelto a encontarse (me imagino) en el Más Allá.

Si así los recuerdo, así los estoy viendo, a los dos, en el presente. Con ese pitillo en la mano derecha, Paco de Lucía le dirá a Camarón...:

No te vayas de mi vera. ¡Envejece conmigo! Lo mejor no ha llegado todavía: Aquello último por lo cual existió lo primero. Porque nuestros días estarán siempre en nuestras manos.

César R. Docampo

La madre, el ascensor, su hija, un tren vacío, una mesa de despacho y una cristalera

El despacho era pequeño para un director, mucho más con la amplitud de las oficinas, que ocupaban doscientos cuarenta metros. Pero me gustó aquella habitación por la cristalera, que desde el suelo hasta el techo, daba a la madrileña calle de Velázquez con Juan Bravo.

Aquella tarde me asomé al ventanal. Había anochecido dos horas antes, las farolas iluminaban la residencial verja de la embajada italiana, con sus forjados en dorado de las puntas de lanza y el escudo en blanco, verde y rojo, junto a la arboleda del boulevard de Juan Bravo. Aún cerradas las terrazas, la gente paseaba embozada en sus abrigos, gorros y bufandas. Me gustaba contemplarlo cuando todos se habían marchado del trabajo. No sabía que quedaba alguien hasta que me rozó el hombro, y pese a lo inesperado no me asusté.

Ella dijo:

Me he quedado un rato, programando las rutas de las comerciales de la próxima semana. Iremos al aeródromo de Cuatro Vientos. ¿Vas a dar el paseo en avioneta que nos ofrecieron?

Me giré y la miré a los ojos, que me observaban chispeantes. Estábamos si a penas a medio metro de distancia. Obviando la pregunta, sentí un escalofrió recorriéndome la espalda.

Yo dije:

¿Están preparados los túneles para la revisión de los coches? El mecánico debería llevarlos mañana sábado. Sino perderemos muchas horas, el lunes con el tráfico y el montaje. El debería estar allí una hora antes.

No se había movido un ápice de la baldosa que ocupaba. Levantó las manos y dijo:

Todo está organizado como me dijiste esta mañana. Te estás repitiendo. Debes estar cansado. Te invito a un gintonic en el rojo.

El rojo era un bar sin nombre a diez metros de la puerta de la finca, en el que desayunábamos, aperitivos varios y cafés con los proveedores. Me pareció buena idea y se lo dije a Carmen. Parecía que la habían pegado al suelo, sólo movía los brazos, embutida en su vestido mini faldero de punto de color celeste, las botas negras de tafilete llegando a las rodillas, la melena rubia recién retocada brillaba con las luces que se colaban en el despacho por el ventanal, que en penumbra con la luz de neón de la sala nos hacía visibles en la sombra. Tuvo que acercarse a mí para besarme. Yo a los veintiocho años era muy tímido con las mujeres. Por no decir que ambos estábamos casados y con hijos y que ella rondaba los cuarenta y dos.

Era agradable como me besaba, me dejaba guiar por su lengua y apenas si le rodeé con mis brazos el cuello, por debajo del pelo, sin hacer con mis manos ningún descenso por su espalda, no digo ya una incursión a sus senos, que sentía en sus movimientos contra mi pecho.

Al separarnos, yo dije:

Bajemos al rojo. Tengo la boca realmente seca y ese gintonic me refrescará las ideas.

Ella no dijo nada. Por primera vez en los últimos minutos se movió de la baldosa donde había instalado su cuerpo, ladeando de izquierda a derecha las caderas hasta recoger su abrigo de visón marrón y el bolso. Apagadas las luces y cerradas las llaves de la puerta. Se empeñó en tomar el ascensor, aunque estábamos en un principal. Era un cubículo pequeño, en el que si apenas cabían tres personas, con puertas de madera y cristalera. Pulso el botón del cuarto y el stop entre el primero y el segundo, que eran plantas de consultas médicas. En la nuestra sólo estaba nuestra oficina. Abrió la puerta un poco, que hacía de interruptor y se apagaron las luces de neón de la cabina. Ahora estábamos a oscuras sin posibilidad de luz, porque en esas plantas se desconectaban a las nueve de la noche y no volvían a encenderlas el reloj hasta las ocho de la mañana.

Estábamos muy pegados el uno al otro y noté como dejaba caer el abrigo y subía la falda de su vestido celeste, que ahora sólo imaginaba, se puso de espaldas y apoyó sus manos contra una de las esquinas, para quedar en diagonal y hacer el espacio un poco más ancho. No se como había bajado mi cremallera del pantalón y apartado sus bragas lateralmente, para facilitar la maniobra.

Cuando tomábamos la copa, me dijo de ir a cenar con su hija Silvia, que tenía veintiún años y Ángel, un comercial de cuarenta y seis años que pretendía salir con semejante adolecente. Me pareció bien. Yo ese fin de semana estaba solo en Madrid, y no tenía que dar cuenta a nadie. Le pregunté a ella si su marido no sería problema y me dijo que no, que había contado una cena con su hija y unas amigas y ambas se cubrían. De hecho su hija se convirtió aquella misma noche cómplice en los amoríos de su madre conmigo. En lo único en lo que no estaba de acuerdo Silvia, era en como se habían formado las parejas. Bailábamos en los bajos de una discoteca en la calle Miguel Ángel.

Ella me dijo:

¿No crees que deberíamos cambiar las parejas? A mi madre le va más Ángel. Y a mí me gustas tú.

Me arrimé más a su cuerpo y sentí como me besaba con dulzura el cuello, mientras duró la canción. Luego vino a rescatarse Carmen y la aparto de mis brazos.

De madrugada Silvia se vino con nosotros en el Mini 1000 de su madre y Ángel tomó un taxi. Carmen me acercó a mi casa en Comandante Zorita. Se despidió con un beso pequeño en los labios. Y Silvia refunfuñó.

Y dijo:

Yo también quiero.

Y ni corta ni perezosa al bajarse del sillón trasero para ir al lado de su madre, me besó hasta que Carmen gritando la llamó.

Carmen dijo:

¿Quieres dejar de ser una niña caprichosa y no entrar en disputa conmigo?

Silvia se montó en el sillón delantero del Mini y me sonrió con la ventanilla cerrada.

Carmen dijo bajándose del coche:

Recuerda que mañana te recojo a las siete de la tarde. Llegan las banderolas de Bilbao y tenemos que ir a la estación a recogerlos. Como es sábado tendremos que ir al propio tren.

Yo dije:

De acuerdo, te espero. Que descanséis.

Subí las escalerillas que accedían al portal, y ya cerrado hice un gesto de adiós con la mano derecha, que no debieron ver.

Era un rulo de cartón rígido en el que venían enrolladas las banderolas. Habían llegado en un expreso de Wagons Lits. El vagón de Paquete-Express era el último y en el camino de vuelta hacia la estación por el andén, observé el tren vacío con las luces apagadas.

Sin pensarlo dos veces, al pasar por uno de los coches camas, tire de la manga de su abrigo y sin que nadie nos viera subimos y nos colamos en uno de los departamentos. Las camas estaban cerradas y la maniobra de abrir una se antojaba demasiado lento, para mi desconocimiento del mecanismo y la oscuridad, salvo la que llegaba del andén. Los lavabos de estos compartimentos se cerraban y quedaban como una pequeña mesa semicircular. La tome en brazos y la senté sobre él. Me subí sobre una de las pequeñas banquetas que había para acceder a la cama superior y a su altura, fue sólo cuestión de subir su falda y apartar el encaje de su braga para hacerlo mientras la besaba en sus labios secos, por los nervios. De repente oímos el silbato del tren y emprendimos la huída velozmente, hasta bajarnos. Cuando se alejaba el tren, me di cuenta de que no teníamos las banderolas.

Yo dije:

¡Dios mío! Nos hemos dejado las banderas.

Ella se rió y dijo:

No. Cuando tiraste de mí se me cayeron y por lo que veo, siguen ahí en el suelo.

Nos reímos a carcajadas y abrazados subimos a la estación, el contraste del frío del andén con la calefacción del vestíbulo nos dio un golpe de calor y mis gafas se empañaron.

Solíamos quedar a las siete y media de la mañana para desayunar en una cafetería de Juan Bravo, llena de columnas, en las que a veces solíamos escondernos para saborear el primer beso de la mañana. Eran los días de las pasiones desbordadas. Hacíamos el amor en cualquier rincón que se prestara. Y a más difícil, mayor el morbo y la excitación por las nubes. Creo que sólo en una ocasión lo hicimos en el Hotel Conde Duque. Lo nuestro era buscar sitios inesperados.

Esa misma tarde le pedí que me acercara a la calle Orense, donde estaba cerrando las oficinas de un periódico del que había sido presidente del consejo de administración. Sólo quedaban los muebles de mi despacho, que al día siguiente se llevaría el comprador y quería recoger los últimos papeles.

La mesa de madera de roble, era inmensa, de fondo cabía una persona acostada. Y dicho y hecho.

Lo recuerdo como uno de los mejores que he saboreado.

Ella dijo:

Estamos poniendo el listón demasiado alto. Quizás un día tendremos que lamentarlo.

Yo dije:

En tanto en cuanto que te parece si lo disfrutamos.

La arrastre hasta un sillón bajo sin brazos y lo hicimos a horcajadas.

Una voz al fondo de la oficina dijo:

¿Hay alguien?

Y yo respondí:

Ya salimos Fernando. Espera un momento –era el portero que venía a limpiar, antes de tiempo de lo que habíamos quedado-.

Siempre por una cosa u otra teníamos que acabar inesperadamente, por lo arriesgado de los sitios y a ambos no sólo nos complacía, sino que nos daba un plus de deseo.

Seguía embobado viendo pasar los coches a través de la cristalera de mi despacho. Era de noche, como siempre que me ponía de pie a mirar la calle, me atraían las luces al cristal. Mi mente estaba en Carmen y todos esos bellos recuerdos. Dos horas antes la había despedido y había salido del despacho con el abrigo puesto y dejando oír los tacones sobre el suelo de parquet, recientemente acuchillado. Había intentado dar un golpe de estado, que la semana anterior abrazada en el expreso de Bilbao a Madrid, me había avisado.

Me dijo:

Déjame. Te voy a hacer daño.

No le hice caso. Y me beso con amor, por última vez en ese incomodo sillón de tren estirado, en el que no logramos pegar ojo.

El cristal comienza a chorrear agua del vaho. Han quitado la calefacción. Pareciera que llorara. Sé que será de las últimas veces que miré tras él. Quizás por eso me recreo.

Nunca reconoceré que no mereció la pena. Y las chispeantes lucecitas sobre el ventanal, abrirán de par en par las ventanas de los recuerdos. Y seré nerudiano confesando que he vivido.

Carlos M. Corchado

27/2/2014

They are enough some fragile and insecure symptoms of improvement so that they suppose to a group of managers of big companies that Spain is leaving to its backs the economic coma that this prone to Spain for already half decade. The advance, however, is insufficient and it is to me to understand a provisional illusion, that is to say, now we are entering in an electoral period in the European Community and they are not deceived, that that now plays it is to contain the wounds inflicted by the crisis to the politicians and European societies so that they vote.

The populations of the continent wide layers have slipped toward the poverty, hit by the unemployment and the cuttings in the public benefits. The extended social uneasiness gives wings to populist movements, xenophobic instincts, scepticism toward the European project, boredom toward the parties traditionally in the power, and a resentment that grows in the public opinion of the countries members, in the face of this reality, it is not of missing that all this is manifested in Catalonia, the optimistic part of this, is that Catalonia is in disposition of changing the situation with which has arrived to this disaster state, and this doesn't doubt it, it is good for the society and for you.

A new Catalonia being left the current phase of stabilization of the economic crisis, he offers an opportunity to overcome the politicians of economic emergency that make as much damage to the civil society as to the managerial one, and to profile with more serenity a leaf of reformist route. They are not able to neither you would owe to put sticks in the wheel of this change, because looks at it for where they look at it is the only possibility to change, of being a country without future and to tow of the "charity of Spain and the UE", to be a capable country to direct their economy and their social and industrial capacity at some new levels that together to a wounded mastodon of death like it is Spain it is impossible.

There is not any justification for their attitude so conservative in the current situation, I could understand it if the forecast of the Spanish economy was other, that is to say I understand the security that above all needs the company to confront its activity, what I don't understand is that activity type will be able to make the Catalan company and the Spaniard in the current circumstances, you all the managers of the “air bridge” (Barcelona Madrid) for example, don't manufacture anything, they don't create any added value, clearer statement doesn't make grow the GDP of the country.

You are limited to publish newspapers or books in Spain that every time the society the purchase less; they organize living rooms where it is attempted they market houses that they have more than enough to foreign capitals; they have or they direct banks that are in the slack rope, because or they leave outside of Spain to look for money or here they don't find it; they are that is to say agents of services they get paid based on rates that the BOE imposes and that we pay the users; they resell matters that you care but that they don't manufacture here; they have hotels that they largely live thanks to the low salaries that they pay; they are lawyers that certainly benefits to the society don't give none; real estate that could no longer exist with what the Spanish state bids in public work; in short that in few words the society could do without almost of all you.

But with everything and this reality they don't believe it to him, they continue believing that the nation needs them and it saved them because in these moments this it is the reality, some years ago they were you those that moved the nation, today they are not deceived, it is the nation those that moves you, and this it is the deceit that they like to be believed but this cannot have continuity, they don't come it, Spain cannot maintain them for much more time, so or they will make business it was or they will die waiting.

The new industrial fabric that you must impose for obligation is not the one that you have enjoyed up to now, from now on it is necessary to create companies that believe GDP, quickly not that they live off the GDP that they are it they make you, and these companies are small and much nearer to the society, today they have already done it with “Wash app”, alone fifty and few employees and they could buy to almost all you.

Don't want to deceive us more and the worst thing, don't be deceived yourselves, the national economy of Spain and all you bound to her, it is dead you cannot sustain, it continues being single countable numbers of a capital that doesn't exist, but that they leave it changing among you the one it should when having, but it is not cash in Spain.The society won't be able to make in front of the taxes, to its rates, to its services, because there is not possibility to create more GDP, notice the escalade of the national debt we are already in 100% of the GDP and at the end of 2014 we will be to 120%.

And you know it but they hold on to the government as always they have made, forget this, already step this time, now the countries that work are those that go on the contrary, that is to say those that the government leans on in their companies in his GDP., and to Spain to change this the own Spain can cost him, however Catalonia is already halfway of it

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Mas, Artur Mas se está ofuscado con el tema de la independencia. En vez de intentar solucionar los problemas de los ciudadanos catalanes, lo que está haciendo es agrandarlos con el consiguiente hundimiento, más y más profundo en el fondo de un pozo.
La última idea de este independentista (con el dinero de otros, ojo) es crear su propia agencia tributaria. Ni corto ni perezoso, el jueves de la semana pasada presentó la ATC, que no es otra cosa que las siglas de la Agencia Tributaria Catalana. El coste de esta magnífica idea independentista, va a costar (a costarnos diría yo) la friolera de 450M de € y va a contar con 7.000 funcionarios.
Para conseguirlo, Mas, Artur mas fichó a un inspector de Hacienda, pero esta vez el señor Joan Iglesias que así se llama el agraciado inspector, va a tener un sueldo de Conseller. De ahí lo de agraciado, porque a este hombre le ha tocado la lotería sin comprar décimo. Pero Mas, Artur Mas fichó a un ex alto cargo funcionario estatal para ayudar al señor Joan Iglesias en esta empresa conocida como ATC. Éste último ex alto cargo, tiene sueldo de director general más un plus (no sé el por qué de ese plus) de 23.410€. En total, el ex alto funcionario se va a embolsar al año la friolera de 100.000€. Hay que recordar, que este ex alto funcionario lo tuvo Aznar bajo su mando. ¿Casualidad?.
Les recuerdo que al pájaro se le conoce por la cagada y Mas, Artur mas es un buen pájaro, es decir, que toda esta aventura independentista nos va a costar el dinero a todos los españoles, porque no hay nadie con dos cojones que le pare los pies a este presidente con sueños independentistas y a sus coleguillas de gobierno. El ejemplo se dio hace poco, con la sentencia esa de que el español debe de ser lengua oficial en los colegios catalanes, sentencia que se están pasando por el forro. ¿Qué les hace pensar a ustedes que con esto será diferente?¿a dónde nos va a llevar todo esto si el señor Mas, Artur Mas se niega a hacer caso al estado español?¿se va a liar la marimorena?¿o por el contrario el señor Mas, Artur Mas va a ceder?. Esto último lo dudo mucho, con lo que se presenta una buena marimorena.
Yo sigo diciendo lo de siempre, que se independicen si quieren, pero que le hagan una frontera alrededor de todo su territorio, como en Ceuta y Melilla y que cada vez que tengan que cruzar esas fronteras paguen por hacerlo, y si son mercancías pues ya saben, aranceles que te crió. Por mi parte si es así estoy de acuerdo de que se independicen, pero que no nos cueste a los españoles de nuestros impuestos tener que pagar la independencia de unos flipaos. En ese caso, mejor que se líe la marimorena. ¿O no?. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.

No sé por qué, pero se me ocurre que el presente asunto corre en sentido contrario al síndrome de Diógenes. Para quien no sabe, tal síntoma debe su nombre a un filósofo griego nacido en el año 413 a.C… O sea, es más viejo que la humedad. Pero vale decir que este trastorno afecta a muchos caminantes, especialmente a personas de avanzada edad, y consiste entre otras cosas en un abandono personal, el aislamiento social y la acumulación de objetos y cuestiones sin gran valor y necesidad.

Para entender mejor lo que se me ocurre pensar, consta en su biografía, que Diógenes de Sínope era uno de los más destacados y relevantes filósofos de la “Escuela Cínica”, una de las distintas corrientes de pensamiento que desarrollaron los discípulos de Sócrates, donde ciertos aspectos de la moral cínica influyeron en el estoicismo, si bien que la actitudmás que una filosofía, fue una forma de vida.A su vez, este personaje también era conocido como Diógenes “el del tonel” y se comenta que Platón dijo de él que era “un Sócrates que se había vuelto loco”… Lo que no es de dudar, ya que por entonces el vino que tomaban era de muy mala calidad.

En todo caso, Diógenes llevó hasta el extremo el estilo de vida propuesto por esta escuela de pensamiento y tenía un aspecto descuidado. Era muy transgresor y criticó duramente las instituciones sociales, además de vivir como un vagabundo y en pobres condiciones en las calles de Atenas, aparte de de despreciar todas las normas sociales de la época. Hay muchas anécdotas sobre él. Una de ellas es una conversación que mantuvo con el filósofo Aristipo, el adulador de los poderosos: “Si aprendieras a ser sumiso al emperador, no tendrías que comer esa basura de lentejas”, le dijo a Diógenes. Pero él le respondió: “Si hubieras tú aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al emperador”. Esta anécdota muestra todo su rechazo a las convenciones sociales.

Pero a pesar de dar nombre al síndrome, que se caracteriza entre otras cosas por acumular muchos objetos sin valor, el filósofo tenía escasas pertenencias personales. Además, existen diversas teorías sobre su muerte en Corinto. Algunos aseguran que murió por contener el aliento, otros que fue mordido por un perro y algunos que defienden que se intoxicó por comer carne de pulpo cruda… Mismo que otros insistan en decir que se suicidó por causa de su suegra, pero no está confirmado.

Sea como sea, ya que es imposible querer vivir para siempre, lo que tenemos hoy, es que la mitad de las personas que admiten haber “cometido infidelidades” en los últimos tiempos, le echan la culpa al celular. Pero no al suyo propio, sino al de su pareja. Eso se debe a que según una reciente encuesta, “los tramposos” afirman haber llegado al engaño porque sentían que su media naranja prefería estar con su telefonito antes que en su compañía.

Por tanto, mi telefoneado amigo, si usted no quiere que su pareja le adorne la frente, debería considerar la posibilidad de despegarse por un rato de los jueguitos y la interactividad que le ofrece su teléfono móvil. Tal es la sugerencia que se desprende de una reciente encuesta realizada por “Victoria Milan”, un sitio de Internet especializado en “trampas” y ornamentas craneanas. Por supuesto que la mencionada empresa ha ganado popularidad en los últimos tiempos, en base a sus servicios que prometen “revivir la pasión”, ofreciendo “citas discretas para personas casadas o comprometidas”.

El asunto llega a sorprender, ya que el sondeo reveló que el 45% de las personas que admitían ser infieles, echaban parte de la culpa al teléfono, o mejor dicho, al excesivo uso que su pareja hacía del mismo, un abuso que los hacía sentirse “segundones” detrás del aparato… Por favor, léase “corneados virtualmente”.

Celosos, algunos dijeron sentir que su compañero o compañera le prestaba más atención al teléfono que a ellos. O en concreto, les molestaba que él/ella estuvieran revisando el celular durante las comidas, en el cine, en medio de una conversación importante e incluso inmediatamente después del sexo… Aunque esta última disculpa se deba a otros pormenores… O menores de por sí.

Claro que es de no creerlo, pero la encuesta fue realizada con 6.000 personas de ambos sexos y diversas edades, y, adivine, fueron las mujeres de entre 30 y 50 años quienes más lamentaron la intromisión de los dispositivos móviles en la vida sentimental y horizontal.

Irónicamente, quienes culpan al celular de su pareja del deterioro de la relación, apelan al suyo para conseguir nueva compañía y coordinar algunos encuentros clandestinos. De hecho, el 66% de los tramposos consideran que no habrían llegado a la infidelidad si no fuera porque las nuevas tecnologías se lo hacen muy fácil… Ahora dígame, con la mano en el corazón: Diógenes “el del tonel”, ¿sería más feliz si tuviese celular?

(*) Dentro de la misma línea y condición de este Blog, dese una vueltita por “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”, un blog que contiene apenas instantáneas del cotidiano. Disfrútelo visitando http://guillermobasanez.blogspot.com.br/ y pase por mis libros en el sitio: www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante ...

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