“La Plataforma contra la Privatización del Canal y las Asambleas populares de Barrios y Pueblos de Madrid del Movimiento 15 M han convocado esta manifestación, que es la expresión de un rotundo rechazo de los madrileños y madrileñas a la privatización del agua en Madrid”. Así comienza el manifiesto que los convocantes repartieron entre los asistentes a la manifestación y los viandantes el sábado ocho de octubre, a lo largo de un trayecto que comenzó en la calle de Santa Engracia ¾frente a las oficinas del Canal de Isabel II¾ y continuó por Eloy Gonzalo y la glorieta de Quevedo para terminar en la calle de San Bernardo. En dicho texto también se dice: “La venta del 49% del Canal significará que un inmenso patrimonio, pagado por la población madrileña durante más de un siglo y medio, pasará a manos privadas posibilitando la especulación con terrenos y bienes. Es decir, será un simple robo a la ciudadanía”.
Algunos manifestantes habían optado por ponerse camisetas azul celeste, incluso había alguna peluca del mismo color, igual que los globos que llevaban y una tira de tela de un metro de ancha y varios de larga que agitaban en lo alto mientras debajo de ella bailaban. Es el color que refleja el agua y el del logotipo del canal. La marcha también estuvo amenizada por tambores, silbatos y un micrófono. De vez en cuando se veía a algunos manifestantes con botijos. Los cánticos y las pancartas rechazaban ¾como ya viene siendo habitual ¾ la política de privatizaciones y recortes emprendidos por la presidenta del gobierno de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En las pancartas grandes se podían leer frases como “No a la privatización del Canal de Isabel II ¡No!” o “Sí al agua pública”; en las pequeñas, más artesanales y originales: “Mójate por tu canal”; “Agua, bien público”; “El agua no es vuestra, es del planeta y sus habitantes”; “No os vais a forrar con el agua del canal”; “Que llueva, que llueva, que Espe se lo lleva”; “Hasta el agua roban al pueblo los populares”; “Espe, privatízate tú, deja de ser pública”; “Aguirre saquea Madrid”; “Amiga de lo ajeno, nos deja en cueros”; “Me tenéis muy jarta”; “Si nos queréis, irse”, al estilo de Lola Flores en la boda de Lolita. Un caballero llevaba sobre sus hombros una silla con un cartel que decía: “Políticos, si nos quitáis el agua os quitamos la silla”. Los manifestantes en sus pancartas indicaban también su procedencia: Getafe, Aluche, Carabanchel, Tetuán, Aravaca, Malasaña; los de Chamberí portaban pancartas verdes en las que ponía: “Árboles sí, golf no”; “Parques sí, golf, no”. En cuanto al vocerío, una buena parte de las consignas se dirigían contra la presidenta del gobierno autonómico; desde el ya tradicional “Espe, Espe, especulación” hasta: “Espe, capulla, el agua no es tuya”; “La llaman Esperanza y no lo es”; “Es una demagoga, eso es”; “Es un a autoritaria, eso es”; “Es una mentirosa, eso es”.
La marcha fue festiva y pacífica con situaciones que no llegaron a ser incidentes sino simples anécdotas. La primera, en la misma calle de Santa Engracia, pues un vecino estaba sentado en un balcón en el que había una bandera de España junto a una bandera falangista (la del yugo y las flechas), esta última totalmente extendida. Los manifestantes al llegar frente al balcón comenzaban a hacer mucho ruido y a pitar con sus silbatos, le señalaban con el dedo mientras gritaban: “Vosotros, fascistas, sois los terroristas”; “Asesinos”; “A ti también te cobran”. El tipo permanecía sentado y, según iba pasando gente y más gente que le voceaba, el agitaba su mano con el dedo pulgar hacia abajo como si se tratase de un emperador en un circo romano. La segunda anécdota ocurrió más avanzada la marcha, en Eloy Gonzalo, donde otro tipo se acercó a una de las pancartas grandes sujetada entre varias personas a las que increpó. Le respondieron con “No a la violencia”; otros manifestantes conversaron con él hasta que se fue.
En la calle de San Bernardo, antes de la glorieta de Ruiz Jiménez, estaban los furgones policiales que marcaban el final del recorrido. Al llegar los manifestantes incrementaron el carácter lúdico de la protesta, tocando más fuerte los tambores, dando aplausos, bailando y volviendo a vocear lo siguiente: “El agua es tuya, defiéndela”; “El agua es vida y no una mercancía”; “Nuestra agua no la vendemos”; “Que no, que no se privatiza”. También se coreaban frases para dar aliento: “La lucha es el único camino”; “De Norte a Sur, de Este a Oeste la lucha sigue, cueste lo que cueste”. Bastantes personas, ubicadas cerca de la cabeza de la manifestación, se sentaron en el suelo para escuchar el discurso de un orador que además de leer el manifiesto aludió a la larga historia del canal en la que ningún gobierno anterior ¾de la república, la dictadura o la democracia¾ lo había privatizado. A las ocho y veinte la concurrencia empezó a dispersarse excepto un grupo que siguió cantando y bailando un poco más. Acabaron con el grito de “Vamos a Sol”.
Se recogen firmas:
STOP a la privatización del CYII - Actuable