Nicolás del Hierro
Foto: http://www.elprovincial.es
TARDE EN LLUVIA
Llueve esta tarde; llueve cuando
no está mi corazón para la lluvia.
Desterrado de mí, voy y vengo,
deambulo por calles sin dominio,
donde la soledad cala muy hondo.
Suspiro;
siento,
anhelo,
desde el recuerdo inerme de las horas,
y sumo el hemisferio de la lluvia
a mis gotas de llanto.
La calzada
tiene ya su puñal para mi pecho,
para mi piel, que no precisa el agua
de las rompientes nubes,
la descarga del rayo
que electriza,
y que mata,
siempre que tú no estás.
Tigre noblemente humano
busco, voraz, la noche, el punto
oscuro donde todo se disipa,
-o se transmuta- solo,
solo
y por si acaso esta realidad
de no tenerte cerca,
deja de ser cruel
y me redime.
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