COOPERACIÓN AL DESARROLLO: Otra perspectiva

La noción que se tiene sobre Cooperación al Desarrollo resulta limitada si se tiene en cuenta lo relevante que resulta en el ámbito internacional, y pobre en contenido cuando de ella se habla. Se ha relegado para ser un término utilizado por las ONG’s, fundaciones y gobiernos sin que haya una verdadera atención al papel vital y necesario del individuo en la realización de la misma. El presente artículo es un análisis sobre el concepto de Cooperación al Desarrollo, reflexionando sobre su uso y el significado que tiene dentro del marco de las relaciones internacionales.

En el marco de la Globalización

La Cooperación al Desarrollo está estrechamente vinculada al concepto actual de Globalización que se ha definido como la interacción, vinculación permanente y relaciones existentes entre los países y los individuos del planeta con el ánimo del establecimiento de comunidad internacional que se alcanza a través de canales económicos, políticos, tecnológicos, culturales y sociales. En palabras de Guillermo de la Dehesa “la globalización es un proceso dinámico de creciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología y capitales”[1]; Mittelman lo define como un fenómeno mundial, una fusión de procesos transnacionales y de estructuras domésticas que permiten a la economía, a la cultura y a la ideología, que un país penetre en el otro[2], este proceso ha permitido que las fronteras entre los países del mundo se disipen, y ha logrado que la interacción entre las personas, potenciada entre otras por la evolución tecnológica y de las telecomunicaciones, nos permita ver y conocer, aún a distancia, las necesidades que padecen grupos o comunidades y reconociendo en ellas necesidades propias y problemas comunes.

Desde un punto de vista filosófico el concepto de Globalización contiene en sí mismo el concepto de la Sociedad Civil planteado en la Filosofía del Derecho de Hegel, es fundamento esencial de la sociedad civil el reconocimiento por el individuo de los valores y las normas que comparte con los otros y que hacen válido y permiten el funcionamiento de la sociedad. El hombre no solo es consciente de la necesidad que tiene de los otros sino que también busca los medios para lograr cumplir su objetivo individual, y para ello establece disposiciones que en acción conjunta debieran proveer herramientas para el desarrollo adecuado de la sociedad, del cual debería desprenderse un efectivo sistema de economía, una efectiva democracia y una efectiva política.

La Globalización crea o constituye una sociedad a gran escala, una comunidad internacional, fundada en las comunidades menores que la conforman y dirigida por principios y necesidades propias de estas. Es la respuesta a la necesidad de crecimiento de cada país, al afán de desarrollo y posicionamiento de poder dentro de esta gran comunidad, lo que implica el reconocimiento y valor del otro como único camino viable para el alcance de las premisas de crecimiento y desarrollo[3].

Tocqueville refiriéndose a sociedad dice: “en los pueblos democráticos todos los ciudadanos son independientes y faltos de poder; no tienen fuerza propia y ninguno de ellos puede exigir el concurso de sus semejantes. Así pues nada pueden si no aprenden a ayudarse mutuamente”[4]. Esta premisa aplica como principio de la Globalización, un país es falto de poder y carece de fuerza si no cuenta con la participación y ayuda de sus semejantes, los países.

Para Hegel la sociedad civil “es el momento en el que se da la unión entre singularidades y lo universal. Se traduce como el sistema de dependencia donde se pretenden cubrir las necesidades de todos y por tanto está asegurado el derecho y el bienestar de todos los individuos[5]”.

Esta definición de sociedad civil de Hegel hace reflexionar sobre si la misma podría ser útil para definir la Cooperación al Desarrollo, ya que enmarca y plasma en la Globalización la necesidad de la Cooperación entre miembros de la comunidad internacional, en consideración de las diferencias existentes que no permiten que exista un proceso de mejora igualitario y paralelo, un proceso de Cooperación que tenga como fin el de garantizar el bienestar de todos los individuos y por tanto el bienestar de cada país.

La Globalización que significa a su vez universalidad, es vehículo de realización particular para cada miembro, y la dependencia de relaciones generada entre ellos condiciona la realización y el desarrollo de cada uno y de la sociedad en general.

De acuerdo con Hegel el pensamiento reflexivo del hombre le lleva, en cuanto conoce su necesidad y reconoce la importancia del otro, a reconocerse como igual ante los demás permitiéndole satisfacer efectivamente sus necesidades, es decir, alcanzar la plena objetividad de sus fines en la universalidad[6]

El mundo, haciendo referencia a la comunidad de naciones ha sido consciente de la necesidad de la interacción activa política, económica, cultural y social entre todos los miembros, como instrumento para alcanzar sus objetivos propios y la realización universal. Sin embargo este proceso se afecta cuando en el no hay una trascendencia del individuo de la sociedad civil al estado de globalización, cuando los Estados actúan como instituciones y no como representantes de la sociedad impidiendo el proceso de globalización completo y simultaneo en todas las áreas.

Actualmente ha sido posible el establecimiento y desarrollo de relaciones y acuerdos entre países miembros con características homogéneas, con recursos y desarrollos similares o paralelos, por el contrario han habido obstáculos para la celebración de acuerdos entre países desarrollados y países en vías de desarrollo, debido a la diferencia existente entre cada uno de los miembros, a los criterios inadecuados aplicados a las relaciones entre estos y a la primacía de intereses económicos de unos sobre otros. De alguna manera, países en vías de desarrollo no han alcanzado el ritmo marcado por la Globalización, generando importantes brechas de desigualdad que han empobrecido a una gran mayoría, impidiendo el crecimiento en las zonas más vulnerables.

¿Qué es Cooperación al Desarrollo?

El fenómeno de la globalización que se inició con el establecimiento de relaciones económicas y comerciales, influye profundamente en el ámbito social de los países, que es el más sensible y vulnerable en su estructura y es sobre el que se trabaja cuando se habla de Cooperación.

En el marco de la Globalización y la convivencia cercana experimentada entre los países, la Cooperación al Desarrollo se presenta como la respuesta a problemas mundiales comunes, como la pobreza, la desigualdad y la carencia de bienestar. Es entonces una necesidad imperante de los países desarrollados y debería ser una exigencia de los países que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Entendida desde una perspectiva social que involucra al individuo y a la comunidad política a la que pertenece, representada por los Estados, la Cooperación tiende a ser entendida como una ayuda de uno a otro, un acto unilateral bondadoso, de solidaridad y de preocupación por el país necesitado, que se ve representado en dinero, conocimiento, tecnología, etc., una idea que prolifera en la mente del ciudadano común cuando nos referimos a relaciones entre países desarrollados y no desarrollados. Sin embargo, la Cooperación significa trabajo conjunto para un fin[7], definición que habría de complementarse con un trabajo común para la realización de varios fines y en diferentes direcciones. Es así como Cooperar al Desarrollo es no solo una necesidad para países sin recursos y bajos niveles de bienestar en su población, sino que es simultáneamente y también una necesidad esencial para quien decide activamente realizarla, es decir una necesidad de países desarrollados que en aras de su propio bienestar y objetivos requieren Cooperar al desarrollo de terceros.

Podría preguntarse ¿Por qué la Cooperación es una necesidad para quien es desarrollado y en teoría no necesita ser ayudado en su desarrollo? En la sociedad actual de Globalización no se alcanza un nivel de desarrollo sin la ayuda indirecta, directa, consciente o inconsciente del vecino, los países de bajos recursos son el destino mayoritario de las exportaciones de los países desarrollados y así mismo sus proveedores en cuanto a materias primas y mano de obra. En el proceso de desarrollo de un país intervienen otros que pueden ser determinantes en el proceso, existe claramente una cadena de necesidades, un tejido de relaciones que ambas partes deben proteger y fortalecer.

La Cooperación es entonces un instrumento que representa beneficio mutuo a los países que participan en ella, es el camino para alcanzar un interés común, es decir desarrollo del país receptor y el mantenimiento y continuidad en el progreso del país emisor, es un sistema de satisfacción de necesidades a través del establecimiento de relaciones justas y conscientes en aras de beneficio multilateral.

La Cooperación al Desarrollo está entonces enmarcada en el ámbito de las relaciones internacionales y su definición ha sido restringida y manejada como una ayuda a quien lo necesita, cuando en realidad es una necesidad común y un modo de establecer relaciones con beneficios recíprocos.

A pesar de tratarse de acciones multilaterales con efectos para todos sus miembros e incluso para quienes no participan en el proceso directamente, la realidad demuestra que la mayoría de casos la Cooperación funciona en aras del beneficio unilateral de quien decide participar como sujeto activo en ella, degenerando el concepto y por tanto viciando el vehículo a través del cual se lleve a cabo.

Entender la Cooperación al Desarrollo como ayuda, como una acción voluntaria de colaboración, es hablar de una donación, un factor económico alrededor del cual se procuran los beneficios del receptor, todo ello en ocasiones revestido de un aura de valores solidarios y de respeto que ocultan los verdaderos fines de tales ayudas, los beneficios del donante.

El modelo de Cooperación internacional ideal es aquel que no va dirigido por una directriz económica sino por un sentido humano, ante todo de carácter comunitario, global, cultural, social y de progreso estandarizado y continuado. El análisis previo a la Cooperación debe trascender sobre la necesidad externa que se muestra y que alerta de otras necesidades menos externalizadas que afectan a la comunidad; trascender al contexto cultural, político y económico, a su historia de desarrollo, para actuar en coherencia con ellos, y tener la capacidad de rechazar lo que a nivel global puede ser éticamente aceptado.

En este proceso de globalización y en ella la Cooperación se requiere el fortalecimiento de la cultura propia y la política interna de cada país.

La Cooperación como necesidad de continuo y permanente desarrollo dentro del marco de la Globalización resulta ser un elemento relativamente nuevo, en tanto que se ha utilizado activamente como instrumento para el desarrollo sostenible de la comunidad mundial durante las últimas tres décadas, puede decirse entonces que la Cooperación al desarrollo ha sido tardía puesto que muchos de los conflictos sociales que hoy afectan a sociedades desarrolladas, podrían ser menores si con anterioridad se hubiera gestado una cadena de relaciones que permitieran evolución en las estructuras sociales y económicas de países carentes de recursos, medidas adecuadas y oportunas, enmarcadas en la cultura de cada país, que hubieran permitido el desarrollo y la sostenibilidad económica de los países.

El objetivo es poder ser reflexivos con la situación mundial existente y analizar las acciones del pasado, para actuar en el presente con consciencia del futuro, hacernos responsables de nuestras acciones como gobiernos, como sociedad y como ciudadanos.

A pesar de las múltiples diferencias que puedan existir, la falta de un pensamiento comunitario global causa la generación de conflictos, esta herramienta para la construcción de la convivencia se ha olvidado tanto como las premisas básicas en las que se funda el Estado y el derecho: ceder el interés particular en beneficio del interés público, o mejor aún, trascender del interés individual al interés comunitario.

La Cooperación ha de tener un enfoque de beneficio comunitario y multilateral y así mismo ha de ser ejecutada para tener efectos continuos a través de acciones que se extiendan en el tiempo, así como efectos educativos para que se establezcan en la comunidad a la que se dirigen y esta las incluya y las asuma en su actividad permanente con el fin de la mejora de su bienestar.

Una definición para Cooperación al Desarrollo que puede acercarse a tener un sentido de justicia es el establecimiento de una red de relaciones institucionales y personales basada en principios de responsabilidad, solidaridad, respeto social y cultural a través de la cual se persigue un beneficio común.

Cooperación debiera ser premisa y principio para la acción en la globalización, un mundo globalizado en el que no hay una directriz común y los principios éticos son los establecidos por las circunstancias económicas que se desarrollan en el mundo, está destinado al fracaso.

Pareciera que la cooperación es la respuesta o la solución a lo que se ha hecho mal a nivel mundial durante siglos, a lo que se ha dejado de hacer y a lo que ahora resultan ser graves problemas para la sostenibilidad de los países.

Trabajar la cooperación sin conciencia individual en la globalización puede significar en el futuro un gran riesgo social, una cooperación que se estanca en donaciones y que no trasciende a las necesidades reales, una cooperación temporal y sin vocación, inconsciente de necesidad común, se convertirá en una herramienta generadora de mas desigualdad, una herramienta utilitarista de las comunidades, instrumento camuflado en las relaciones internacionales imperantes sin ningún significado social.

Es importante preguntarse:

¿Cómo establecer una cadena proporcional y equilibrada que permita el beneficio simultáneo de todos?

¿Habrá un momento en el que se llegue a través de los procesos de Cooperación a un equilibrio social?

Bibliografía

DE LA DEHESA, Guillermo. Comprender la Globalización. (2000), Alianza editorial.

HEGEL, G.W.F. (GPR) Grundlinien der Philosophie des Rechts (1821), Nomos Verlagsgesellschaft, Baden- Baden, Deutschland 1986.

HEGEL G.W.F., (Enc.) Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas (1830), Alianza Madrid 1997.

HEGEL G.W.F., (SE) El sistema de la Eticidad. (1770-1831) Edición preparada por Dalmacio Negro Pavón y Luis González Hontoria. Editorial Nacional Madrid, 1982.

HEGEL G.W.F., (FD) Filosofía del derecho, introducción a la Eticidad (1821), traducción por F.E.G. Vincent, Madrid 1935.

HEGEL G.W.F., (FD) Filosofía del derecho (1821), traducción por Eduardo Vásquez. Universidad Central de Venezuela Ediciones de la Biblioteca, Caracas, 1976.

MIGLIORE Joaquín, Reflexiones en torno al concepto de Sociedad Civil, Revista valores en la sociedad Industrial, ano XXIII, número 62, mayo, Argentina 2005.

W. MOOG (1931): Hegel y la escuela hegeliana, Revista de Occidente, Madrid.

Mittelman James H. “The Dynamics of Globalization”. En: Globalization: Critical Reflec­tions editado por James H. Mittelman. London: Lynne Reinner Publishers. 1997