Quantcast
Channel: Comunidad El Pais
Viewing all articles
Browse latest Browse all 21622

treinta y una japonesas en un volar (bodas de sangrar)++++Ç{++} [t]

$
0
0

THORNADOS.

Su alma jámila acecha negrura por doquier , entre sombras que caminan entrecruzándose con un sueño desvariado, despierta en plena noche, el coche de cristal opaco y en su interior un sapo con corbata y bombín intenta insinuarse a una dama demacrada por la soledad, a lo lejos en la altura abismal de un corcho de cava piramidal, un soplido de brisa fresca desentierra el alma del secreto samurái, noches avalan su caminar sosegado con catana de cortar castigos, un medio hombre enjuto y caro reedita un pasaje de frio y amargura, como la armadura de cielo que cincela el castillo del rebelde con coraza negra violeta y penacho comodín, del despeñasueños de parpados caidos a los pies de la bella dama de blanco roto, de azahar florido que presa de un placer que sabe a miel con hiel, se siente poseedora de la piedra filosofal y jugando a amar, rompe el corazón al viento de otoño, que acariciando su pelo creyó enamorar. Un frenazo brusco, un golpe fortuito, un deshacer un todo, en el asfalto de feldespato, la sangre recia hace un rio carmesí, nudos amargos de olor dulce y alma de cristal, un rano se convierte en guerrero samurái y saludando al sol naciente, en postura suficiente, compite con el buey desollado de un holandés que nació muchos años después.

Una flor de naranja en el pelo zaino de treinta y una japonesas en un volar, sólo el sueño de dos pudo culminar en tragedia. La navaja, la navaja, malditas sean todas y el bribón que las inventó.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 21622

Trending Articles