Alucino mucho con esta derecha que va a gobernar con mayoría absoluta. Los empresarios dicen que la educación ha de ser privada: es decir, queremos pobres iletrados, que ahora saben mucho. Y Mas, pobre Catalunya, qué suerte le ha tocado, que los hospitales públicos sean gestionados por empresas de eso, de gestión. Y "con ánimo de lucro", añado yo.
Vamos a ver, que no saben dónde nos encontramos. En qué punto de la carrera estamos. Hasta ahora, hasta la reunión famosa de mayo del 2010, éramos una economía de consumo. Esquema clarito: se producía para vender a un consumidor. Tanto el productor como el consumidor eran-son imprescindibles. Un fabricante no fabrica nada si no tiene a quién venderlo. Y si no vende nada, se hartará de guardarlo en almacén hasta que no produzca porque él no lo hacía para guardarlo, sino para venderlo. ¿A quién? Al consumidor. ¿Y dónde están los consumidores? En Europa, Oceanía, Norteamérica -Canadá y Usa- y mínima parte de Asia y el resto del continente americano. La cuestión no es tanto si se puede suplir a los consumidores de Europa y América, como de si van a seguir emergiendo China e India porque además de prestarnos dinero -papel a fin de cuentas o balances en ordenador-, ellos han "emergido" porque nos venden mercancías que producen en un mercado de trabajo de condiciones casi esclavistas. Poca clase media, la gran consumidora por excelencia, y muchos nuevos millonarios. Si nosotros ya no consumimos, ¿van a seguir creciendo o produciendo? ¿A quién se lo van a vender? El meollo de la cuestión de su gran crecimiento ha estado ahí: venta barata, con la trampa añadida de esa mano de obra barata del valor del yuan -no revalorizado a pesar de las demandas de USA, que se la envaina porque China es su principal acreedor-. ¿Si no venden porque no hay consumidores? ¿Seguirán produciendo?
La economía sí puede llegar a ser ciencia. Claro, si no se vulneran los principios fundamentales. La oferta y la demanda han de ser "reales". Sí sí. "reales", ni infladas, ni sobrevaloradas ni infravaloradas. Pero eso se vulnera constantemente y se crean burbujas por una demanda artificial creada por el ideólogo de turno, siempre liberales o neocon, como se les llamó en algún momento.
Y ahora no se dan cuenta de que pueden querer cobrar esos multimillonarios beneficios cortoplacistas de los fondos de cobertura y seguir almacenando, no dinero, sino balances o cualquier tipo de recibo de acreditan lo que poseen, dinero. Pero para cobrarlo hay tienen que tener de dónde cobrarlo. Y no hay riqueza real. ¿Qué pueden hacer con Grecia, con Irlanda, con cualquier país? Acabar con él, pero eso no les hará percibir la deuda. Habrán matado a la gallina y punto.
Si no hay consumidores, tampoco habrá muchos millonarios. Olvídense los propietarios de hoteles, los vendedores de electrodomésticos, voy a decir Siemens por lo "lista" que es la Merkel, de coches, de marcas de leche, de marcas... Ya sólo se venden marcas blancas. Por eso estaba tan contento el propietario de Mercadona: lo que por un lado no ha vendido, le ha venido a cuenta por las marcas de la compañía, que venden más para desespero de las tradicionales.
Tampoco las farmacéuticas, esas compañías tan temidas y consideradas superpoderosas. ¿Pueden prescindir de Europa como cliente? ¿Pueden prescindir de la sanidad pública? Vamos que yo voy ahora al odontólogo de una aseguradora privada, y siempre estaba lleno. Este odontólogo, en concreto, con muy buena fama por cierto, se forraba con los implantes y demás. Y el ginecólogo, después de arraigarse, no admitía clientes que no fueran de pago. Ya admite a los de compañías.
No entro en más con las farmacéuticas que son tela; sólo diré que fabrican mercancías de "consumo", y si el estado no les puede pagar, tendrán que bajar sus precios. Y si desaparece la sanidad pública, se le va la clientela.
Estamos en un momento crítico de la historia con unos mediocres, eso sí, de una gran talla. Y eso merced a las tácticas de los partidos cuyos líderes siempre se han rodeado de los más astutos y serviles, no de los inteligentes que les podían quitar el sitio.
Que se olviden. No va a quedar nadie. Si es que los de los hedge funds y ganan llevándose por delante a la humanidad. Los voceros de los neoliberales a lo mejor sobreviven como bufones. Pero adiós a la economía productiva. Ahora se hace dinero por dinero y punto. Se hace tambalear a un país y suben su prima de riesgo: inmensos beneficios calentitos. Pero, si cae uno caen todos. Caemos todos. ¿Y quién fabrica?, y lo que es más importante?, ¿para quién?
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