Las crisis no las dan los árboles
Ya hace tiempo escribí sobre la crisis diciendo que no las dan los árboles, ni son fenómenos naturales que escapen a la voluntad de los hombres. Por el contrario, obedecen a los intereses de personas con ambiciones de poder y posibilidades de intervenir en la economía de las naciones de forma que cada cierto tiempo se provoquen perturbaciones económicas que redunden en el mayor control de los recursos y de las condiciones de vida de la población. Las crisis siempre las provocan, planifican y llevan a efecto los mismos y las pagamos los mismos y siempre de la misma manera, perdiendo bienestar y derechos y ganando poder económico y político los que las organizan.
Desde la desaparición del llamado bloque soviético hemos visto que el capitalismo ha encaminado su acción económica y política hacia la destrucción del llamado estado del bienestar de los países europeos.
EE.UU no tiene ese estado de bienestar y los países llamados emergentes no quieren ponerlo.
El tan admirado sistema de producción de China está basado en la esclavitud del pueblo, sin derechos ni prestaciones sociales.
Rusia salió del comunismo mafioso hacia la mafia pura y dura; las élites que gobernaban el partido se quedaron con todos los recursos del país y mientras una ínfima minoría tiene acceso a los lujos más extravagantes, el 99% de la población vive en la miseria y lindigencia.
La India es un país super poblado donde sobrevive el sistema de castas, el capitalismo tampoco es capaz de hacer llegar sus beneficios a los parias, los que pasan hambre, compuesta por cientos de millones de personas.
Brasil ha prosperado en los últimos años con el gobierno del Partido de los Trabajadores, es un país con muchos recursos naturales y han conseguido salir de la pobreza más absoluta a millones de brasileños.
La economía de estos países ha aumentado en términos de PIB pero el reparto ha sido injusto, no ha alcanzado a la mayoría de la población, ha acaparado la riqueza una minoría dominante y privilegiada.
Estos países que cito anteriormente están muy lejos de conducir su política hacia la instauración de un sistema de reparto de riqueza y de bienestar general como el que hay en los países europeos desde el final de la segunda guerra mundial. Al contrario, las decisiones de los organismos financieros internacionales van siempre hacia recomendaciones de recortar el gasto público, es decir, a reducir las partidas económicas que ahora van destinadas al bienestar la población y luego irán a la cuenta de resultados de unas minorías que gobiernan el sistema económico internacional.
Vemos como organismos internacionales como el denominado G-20 se reúnen periódicamente sin resultados aparentes, o eso nos dicen sus empresas de propaganda (Lo que algunos llaman medios de comunicación). No es que las reuniones fracasen, es que se reúnen para obligar a Europa a recortar gastos con el fin de que desaparezca el bienestar de la población. Como he dicho más atrás los recursos que ahora van al bienestar de los ciudadanos lo quieren para sus bolsillos, y ante esas propuestas los ciudadanos estamos inertes. Las empresas de propaganda las tienen ellos para decirnos que esto es lo mejor posible y que no hay alternativa, una vez fracasado el comunismo de los mafiosos soviéticos, el camino solo es el liberalismo salvaje. El liberalismo nos plantea acabar con el derecho a la sanidad, a la educación, el derecho al trabajo con derechos, nos plantean convertir los países en fincas privadas de ellos, de una minoría que posea todo, frente a una mayoría que no posea nada. A la banca sí se le permite protagonizar grandes estafas con toda clase de chanchullos y luego poner el estado el dinero para tapar la desastrosa gestión del ahorro que el pueblo deposita en sus bancos. Por tanto la misión del citado G-20 no es proponer medidas para salir de la crisis, sino vigilar para volver a los principios más salvajes del liberalismo.
Está demostrado que el liberalismo, tal como lo pensó Adam Smith en su libro “La riqueza de las naciones” es injusto porque una minoría acumula toda la riqueza y una mayoría carece de todo y vive en la indigencia. El capitalismo globalizado va hacia esos planteamientos. Antes existía el freno del comunismo, ahora, desaparecida la Unión Soviética y convertidos los comunistas chinos al capitalismo más cruel y brutal, el liberalismo no encuentra obstáculos para volver a sus principios esclavistas.
AL PUEBLO LE QUEDA UNA ALTERNATIVA Y ES, UNIR NUESTROS VOTOS PARA SACAR A ESTAS CASTAS DEL PODER PARA SIEMPRE. SI LO QUE TIENE QUE OFRECERNOS EL CAPITALISMO ES MISERIA, ESCLAVITUD, PARO, PRECARIEDAD Y HAMBRE, NUESTRA HAMBRE QUEREMOS GOBERNARLA NOSOTROS Y LA SUYA